http://sustatu.com/gaia/egunkaria-libre
traducido por Luistxo Fernandez: http://www.javierortiz.net/voz/egunkaria
¿Dónde tiene su origen el caso Egunkaria? (1)
1 de diciembre de 2009
Aprovechando una colaboración que el ex-periodista de Egunkaria Imanol Murua inicia estos días previos al juicio en el blog Sustatu, traduciré sus textos para que nos hagamos una idea del contexto del juicio.
El caso tiene su origen en un informea de la Guardia Civil. Casi dos años antes que el cierre de Egunkaria, los Servicios de Información de la Guardia Civil realizaron un informe sobre más de veinte empresas del ámbito de la cultura vasca y el euskera, y presentaron ese informe al juez Juan del Olmo de la Audiencia Nacional el 6 de junio de 2001. El informe lleva el número 09/2001 y se titula: Sobre la presunta vinculación de un entramado empresarial con financiación de la banda terrorista ETA.
En el informe, los investigadores de la Guardia Civil alegaban que esas enpresas eran parte del entramado económico de ETA, sin dar indicios o pruebas de ello, simpemente basándose en sospechas. Para investigar más a esas empresas, solicitaron al juez medidas de excepción a aplicar a esas empresas y a varias personas vinculadas a ellas. El juez dio ese permiso.
Así empezó el caso, sin que nadie lo supiera, dos años antes de que cerraran Egunkaria.
¿Qué pasó en esa investigación? Se hicieron escuchas telefónicas, se vigilaron cuentas de dinero, se acudio a Hacienda y a la Seguridad Social en busca de datos sospechosos. Pero no hallaron nada: la investigación no dio el fruto que esperaban los investigadores Servicios de Información de la Guardia Civil.
En ese punto, decidieron dar un giro a la investigación. Del conjunto de empresas, pasaron a fijarse en una de ellas: Euskaldunon Egunkaria.
¿En qué se basaron para cerrar Egunkaria? (2)
2 de diciembre de 2009
Cuando la investigación sobre una veintena de empresas no dio resultados, la Guardia Civil concentró su atención en Euskaldunon Egunkaria. ¿Sobre qué base lo hicieron? Quitaron el polvo a unos papeles viejos de entre 1990 y 1993. Y se los presentaron al juez Juan del Olmo.
Son papeles incautados supuestamente a cuatro miembros de ETA, aunque los documentos son anónimos. La Guardia Civil dice que los escribieron miembos de ETA y de KAS. En los documentos se cita a Egunkaria varias veces: que si el nombramiento del director, la recogida de fondos, las peticiones de subvenciones… Se habla de Egunkaria y de muchas otras cosas. En todos los documentos, se cita a Egunkaria desde fuera, desde el punto de vista de alguien que tiene información e interés, pero nunca desde un punto de vista interno o decisorio. A nadie de Egunkaria se le imputa el envío o redacción de estos papeles, ni tampoco su recepción o que estuvieran al tanto de su contenido.
Algunos de esos papeles ya eran conocidos para la opinión pública, ya que se filtraron en algunos reportajes periodísticas en la decada de los 90. Hubo discusión en torno a ellos, incluso en el Parlamento Vasco. Los documentos también eran bien conocidos en la Audiencia Nacional. Según se ha sabido más tarde, esos papeles pasaron por la mesa del juez Baltasar Garzón, pero este juez decidió que no había en ellos base para imputar a nadie.
Pero parece que al juez Del Olmo le llegaron los papeles en otro momento. Y con los papeles, la petición de la Guardia Civil: que ordenara el cierre de Egunkaria, para que así pudieran hallar lo que intentaba encontrar la investigación inicial, las pruebas de la conexión con ETA. Es decir, cerraron Egunkaria para poder encontrar esas pruebas, no porque se dispusiera de ellas.
Los cuatro miembros de ETA a los que se incautaron aquellos documentos, presos todos ellos, declararán en el juicio a propuesta de los abogados de la defensa. Se trata de Jose Luis Alvarez Santacristina Txelis, Carmen Gisasola, Txomin Aizpurua y Jose Maria Dorronsoro.
¿Qué dice la fiscalía sobre los papeles de la acusación? (3)
3 de diciembre de 2009
En opinión del fiscal de la Audiencia Nacional Miguel Angel Carballo, los documentos que el juez Del Olmo usó como base para el cierre de Egunkaria no prueban nada. Lo siguiente se basa en el escrito emitido por el fiscal en diciembre de 2006, hace ya tres años.
El fiscal mantiene que los documentos incautados pueden probar la relación entre ETA y KAS, pero no entre ETA y Egunkaria, o entre KAS y Egunkaria. Los documentos muestran que ETA tuvo interés en el proyecto Egunkaria, ya que iba a era un periódico sólo en euskera, y quisó quizás, estima el fiscal, tenerlo bajo control. La causa judicial trata de probar que los imputados fueron parte activa en ese interés. Pero el fiscal no ve indicios en el sumario de que ello sea así: y tampoco se les ha incautado ningún documento donde se mencione que ETA tomó parte en ningún aspecto de la vida de Egunkaria.
Está claro, en opinión del fiscal, de que el candidato a director de Egunkaria que se menciona (Martxelo Otamendi) no lo es por iniciativa de ETA, sino que se le comunica eso a ETA. Ante eso, ETA respondió (según la interpretación de la Guardia Civil) de la siguiente manera: “Esa opción no nos parece muy mala, aunque no lo conocemos demasiado”. Es decir, que el control del nombramiento del director no cabe imputárselo a ETA, cuando parece que tampoco lo conocían a fondo.
Es decir, ni impone ETA, ni nadie pide permiso a ETA ni nombra ETA a nadie. O esos documentos no prueban eso al menos, en opinión de la fiscalía.
El fiscal también cree que a la interpretación hecha por la Guardia Civil le falta solidez y que hay más argumentos a favor de los imputados. .
Cuestión para mañana: ¿Por qué se bifurcó el caso en un sumario principal y otro económico?
¿Por que se bifurcaron el sumario principal y el económico? (4)
4 de diciembre 2009
Cuando cerraron Egunkaria el 20 de febrero de 2003, detuvieron a 10 personas, las tuvieron incomunicadas durante cinco días en los que fueron interrogados, la mayoría de ellos bajo torturas. Primero prestaron declaración policial ante la Guardia Civil, y luego la judicial ante el juez Juan del Olmo. Registraron la sede de Egunkaria, y los otros lugares de trabajo de los detenidos (las revistas Jakin y Argia, la radio Herri Irratia, y la empresa de servicios de Internet Plazagunea, donde de paso echaron el cierre a Egunkaria.com). Se llevaron numerosos ordenadores y miles de documentos. Pero ni en los interrogatorios hechos bajo presión a los detenidos, ni en esos miles de documentos, no encontraron respuestas o indicios que conectasen a ETA con Egunkaria. La premisa de la investigación, que había conexiones monetarias entre Egunkaria y ETA, seguía sin poder ser probada.
Entonces, se dio otro paso. El 16 de octubre de 2003, de nuevo en torno a la sede de Egunkaria en el Parque de empresas Martin Ugalde, aparecieron otro montón de guardias civiles: Esta vez registraron y sellaron varias empresas que tenían relación con Egunkaria. De nuevo, requisa masiva de ordenadores y documentos, particularmente relativos a las relaciones económicas entre esas empresas. Pero, igual que antes, tampoco aparecieron las respuestas esperadas en los interrogatorios, ni entre los miles de papeles económicos incautados. Ni rastro de ETA.
Sin embargo, por lo visto, encontraron otra cosa: supuesas irregularidades económicas, en la contabilidad, la fiscalidad, relaciones con Hacienda o temas de subvenciones. En todo caso parecen movimientos realizados por empresas en su mayor parte deficitarias, que sobreviven trabajosamente en el mundo del euskera, y que, si merecen ser juzgadas, corresponde a la jurisdicción ordinaria el hacerlo
Ya que esos datos no validaban ni por asomo la tesis principal de la Guardia Civil, no mostraban indicios de ninguna conexión con ETA, el juez Del Olmo decidió comenzar un sumario desgajado. Pero como, en su opinión, esas supuestas irregularidades las cometieron empresas a las órdenes de ETA, el caso económico siguió en la Audiencia Nacional. Y allí sigue: después de este primer juicio, llegará el turno del sumario económico.
En cierto sentido, se puede decir que el sumario económico es consecuencia directa del fracaso de la investigación principal.
Cuestión para mañana: ¿Qué dirección tomó la investigación tras el cierre?
¿Cómo avanzó la investigación tras el cierre? (5)
5 de diciembre de 2009
La Guardia Civil entró en el parque empresarial Martin Ugalde, sede de Egunkaria, por tercera vez el 1 de diciembre de 2003. Hasta ese día, la sede del periódico estuvo sellada. Durante 9 meses nadie entró. Pero ese día el juez Juan del Olmo ordenó un nuevo registro. El mismo Del Olmo vino a Andóain, localidad donde está sito el parque empresarial, con un secretario judicial y acompañado por guardias civiles. Se llevaron más documentos eso vez, de un modo más selectivo, por lo visto, otra vez centrándose en los movimientos económicos. Pero, por tercera vez consecutiva, dieron en hueso: no había documentación sospechosa.
No obstante, los investigadores de la Guardia Civil y el juez Del Olmo no se rindieron. Aún sin documentos probatorios de lazos económicos, creían que podrían demostrar que ETA funanció a Egunkaria. ¿Cómo? A esas alturas Del Olmo ya estaba proporcionando argumentos basándose en los informes de la Guardia Civil.
Por ejemplo, sostenía Del Olmo en los autos judiciales, que los accionistas de Egunkaria Sortzen (grupo impulsor del que surgió Egunkaria) no eran auténticos inversionistas empresariales, sino que daban dinero porque eran seguidores de ETA, y ETA y sus organizaciones les pidieron que aportaran su dinero.
Del Olmo también descartó que el monto de dinero obtenido por Egunkaria Sortzen en cuestaciones pueblo por pueblo no era “creíble”, y de ahí extrajo la conclusión de que sólo una parte de ese dinero era de las cuestaciones (auto de 16 de julio de 2003).
Del Olmo entendía estas recaudaciones como “cuestaciones de ETA” en las que “seguidores de ETA” eran la mayor parte de los donantes. Y además de esas donaciones, se incluían en el monto otros dineros extras para capitalizar Egunkaria SA. Ese dinero quedaría, teóricamente en manos de personas y empresas de la confianza de ETA, en nombre de muchos individuos que pese a ser donantes no obtenían derechos de accionistas ni control sobre la empresa: ese control era de ETA, por lo visto. La cantidad de dinero que en las cuentas aparece como ingresada en metálico (originada en las cuestaciones locales) le parece inverosímil a Del Olmo y sólo se le ocurre un alternativa: que lo puso ETA (auto de 30 de octubre de 2003)
Cuestión para mañana: ¿Por qué dicen las acusaciones que Egunkaria comparte los objetivos de ETA?
¿Por qué dicen las acusaciones que Egunkaria comparte los objetivos de ETA? (6)
6 de diciembre de 2009
A medida que los supuestos nexos económicos entre ETA y Egunkaria se hacían más inverosímiles, los investigadores de la Guardia Civil y el juez Del Olmo comenzaron a dar un giro a sus argumentos, intentado demostrar, con razones bastante peregrunas, que Egunkaria era una herramienta al servicio de ETA. La nueva línea argumentaria, descrita en varios autos sucesivos de Del Olmo, se basa en Egunkaria ayudaba a los objetivos de ETA en la medida en que ayudaba el uso y la normalización del euskara, la lengua vasca.
Del Olmo sostiene en el auto de 30 de octubre de 2003 que ETA estima que hay que tejer una red que ayuda al euskara y a su enseñanza, y que para que avance el euskara hay que constituir ciertas infraestructuras. Comoquiera que Egunkaria impulso infraestructuras como el Parque Empresarial Martin Ugalde, ahí está, eso sirve a ETA.
Según el auto, el Parque Cultural Martín Ugalde «es un proyecto que sirve a los fines para los que se creó la práctica de la acumulación de fuerzas diseñada por la banda terrorista ETA para ir sumando apoyos y argumentos que le permitieran alcanzar sus objetivos estratégicos». Siguiendo los informes de la Guardia Civil que en ese auto Del Olmo añadió al sumario, esos objetivos serían «la expansión del euskara y la eliminación del castellano en Euskadi, Navarra y País Vasco francés, para la instauración de su Estado Vasco Socialista Reunificado y Euskaldun».
También menciona Del Olmo unos documentos de ETA de 1998 en los que ETA dice que el euskara da “personalidad y unidad a Euskal Herria”. Por lo tanto, cree Del Olmo, un periódico únicamente en euskara es fundamental para un proyecto de construcción nacional, y todo ello, pues eso, sirve a ETA.
Cuestión para mañana: ¿Qué ha sido de las acusaciones de tortura?
¿Qué ha sido de las acusaciones de tortura? (7)
7 de diciembre de 2009
De entre los 10 detenidos de la operación contra Egunkaria de febrero de 2003, cinco denunciaron torturas: Txema Auzmendi, Xabier Alegria, Xabier Oleaga, Martxelo Otamendi e Iñaki Uria.
He aquí parte de sus relatos:
Iñaki Uria: “Después de probar la bolsa, me pusieron una pistola en la cabeza y clic, disparaban. Otra vez, en una celda de castigo muy oscura, me apuntaron con un rayo de infrarrojos al ano, como si me fueran a meter un palo en el culo… Me amenazaron con ponerme los electrodos… Me dijeron que Martin Ugalde había muerto y cómo lloré…”. Leer el resto del testimonio de Uria.
Martxelo Otamendi: “Ejercicios físicos interminables, hasta reventar, hasta caerme y perder el aliento, flexiones, amenazas, insultos… y la bolsa, dos veces. Me advirtieron que era como un tren: que tenía la oportunidad de bajarme en la primera estación, porque así sufriría menos, “porque aquí todos acaban cantando”. Leer el resto del testimonio de Martxelo Otamendi.
Xabier Oleaga: “Me desnudaron y me pusieron a hacer flexiones, también boca abajo, hasta que no podía más. En esa posición simulaban empujarme o pegarme con un palo de papel, cargaban la pistola y me disparaban sin bala, a veces presionándome con el cañón en la cabeza. En la celda de al lado se escuchaban simulaciones de gritos de torturas, y me amenazaban diciendo que me iban a llevar ante esos otros, que había tenido suerte por que ellos eran buenos.” Leer el resto del testimonio de Xabier Oleaga.
Xabier Alegria: “Yo estaba totalmente atemorizado, y como me negaba a responderles, enseguida me pusieron a hacer flexiones y me pegaron unos golpecitos en los testículos. (…) Tenían bolsas de plástico en las manos y hacían ruido con ellas cerca de mis oídos, amenazándome con hacerme la bolsa. Me la aplicaron dos veces, y me sentí asfixiado”. Leer el resto del testimonio de Xabier Alegria.
Txema Auzmendi: “En cuanto entramos al cuartel me llevaron al sótano con la cabeza agachada y los ojos vendados. Siempre los ojos cerrados y la cabeza inclinada durante los 5 días siguientes (…). En mi caso fue tortura psicológica, no física.” Leer el testimonio de Txema Auzmendi.
Estas cinco denuncias han sido archivadas sin que hayan llegado a juicio. Aquí ya conté un poco del devenir judicial de estas denuncias. Pero Martxelo Otamendi ha presentado su caso ante el Tribunal Europea de los Derechos Humanos.
Cuando se denunció este trato atroz, el ministro de Interior Ángel Acebes presentó una querella contra los cinco, argumentando que las torturas fueron presentadas por “orden de ETA”. Dicha querella fue archivada.
En la segunda operación contra Egunkaria, en octubre de 2003, el trato fue diferente. Ningún detenido de entonces denunció torturas. Tampoco las denunció Xabier Alegria en dos ocasiones anteriores en las que fue detenido por ser de Batasuna: recibió un trato correcto en esas operaciones.
Cuestión para mañana: ¿Cuentas personas serán juzgadas de entre todas las detenidas?
¿Cuantas personas serán juzgadas de entre todas las detenidas? (8)
8 de diciembre de 2009
En las dos operaciones contra Egunkaria detuvieron a 19 personas, y también llamaron a declarar como imputados a otras cinco personas. De los 24 imputados, finalmente serán juzgadas 10 personas, en dos juicios, tres de esas personas en ambos juicios.
De los diez detenidos de la primera operación policial de febrero de 2003, son cinco los que empezarán a ser juzgados justo dentro de una semana, el 15 de diciembre: Joan Mari Torrealdai, Txema Auzmendi, Iñaki Uria, Martxelo Otamendi y Xabier Oleaga. Tres de entre ellos, Torrealdai, Auzmendi y Uria, habrán de enfrentarse otra vez a un tribunal en el juicio del sumario económico, y junto a ellos estarán en el banquillo otras cinco personas: Joxe Mari Sors y Mikel Sorozabal, que fueron detenidos en la operación de octubre de 2003, y otras tres personas que fueron llamadas a declarar posteriormente: Ainhoa Albisu, Begoña Zubelzu y Fernando Furundarena.
Por lo tanto, 12 personas que fueron detenidas e incomunicadas por la Guardia Civil en 2003 no serán juzgadas: Pello Zubiria, Xabier Alegria, Inma Gomila, Fermin Lazkanoy Luis Goia de entre los que fueron detenidos en la primera operación, y Mikel Arrizabalaga, Juan Mari Larrarte, Eneko Etxeberria, Mikel Azkune, Amando Hernandez, Xabier Legarda y Angel Ramon Diez de los incomunicados en la segunda.
Xabier Alegria y Pello Zubiria han estado imputados y pendientes de juicio durante seis años, hasta que en julio de 2009 la Audiencia Nacional decidió celebrar juicio y, en el mismo auto, decretó el archivo de las diligencias contra estas personas. En el caso de Alegria, porque ya fue juzgado por el mismo delito y un segundo juicio no es posible (está en prisión, condenado por que se le considera miembro de ETA por el caso 18/98); y en el caso de Zubiria porque la acusación ha prescrito: dejó el cargo de director en marzo de 1992 y para cuando abrieron el sumario de Egunkaria ya habían transcurrido 10 años.
Inma Gomila, Fermin Lazkano y Luis Goia ni siquiera fueron imputados. En noviembre de 2004, cuando Del Olmo emitió el auto del sumario principal no halló para encausarlos “suficientes indicios de criminalidad”. Luis Goia murió en setiembre de 2006.
Cuestión para mañana: ¿Cómo ha evolucionado la posición de la fiscalía?
¿Cómo ha evolucionado la posición de la fiscalía? (9)
9 de diciembre de 2009
La fiscalía de la Audiencia Nacional se alineó con las tesis de la Guardia Civil y del juez Juan del Olmo en el momento de las operaciones policiales contra Egunkaria. Insistió en esa postura durante cuatro años, pero en diciembre de 2006, en un auto emitido el día 14, pidió el archivo del caso, argumentando que no existía base alguna para juzgar a nadie.
Cuando cerraron Egunkaria, el PP detentaba el poder en España, José María Aznar era presidente del Gobierno, Jesús Cardenal era el fiscal general del estado, Eduardo Fungairiño fiscal jefe de la Audiencia Nacional, y Olga Sánchez la fiscal de ese tribunal asignada al caso Egunkaria. Para cuando la fiscalía cambió de parecer, el PSOE ya llevaba dos años en el gobierno, y eran (aún lo son) Cándido Conde-Pumpido fiscal general del Estado, Javier Zaragoza fiscal jefe de la Audiencia Nacional, y Miguel Ángel Carballo fiscal del caso Egunkaria.
El cambio de opinión de diciembre de 2006 no se basa en ningún giro acaecido en la investigación que llevase a los fiscales a cambiar de opinión. La investigación estaba en lo que estaba, en su punto de inicio, y lo que argumentó la fiscalía era que no había, visto lo visto, ninguna base para juzgar a nadie, que los argumentos usados para cerrar Egunkaria no probaban nada. Cabe entender que, por lo tanto, no había base ni para cerrar Egunkaria en 2003 ni para encausar a naide. Carballo puso patas arriba la investigación de la Guardia Civil, la instrucción del juez Del Olmo, y la actitud mantenida por la fiscalía hasta entonces.
Valgan como muestra algunos de los párrafos literales de aquel escrito de la fiscalía de hace 3 años:
“Lo primero que conviene destacar es que el procedimiento se basa en documentos fechados en los primeros años de los 90 -hasta el año 1993-, por tanto paralelos a la gestación y primeros pasos del periódico, documentos, en su mayoría, si no todos, que ya fueron, en su momento, publicados en la prensa nacional y que dieron lugar incluso a debates públicos y acciones judiciales basadas en el quebranto del honor de determinadas personas sin que, sin embargo, en ese momento, se llevase a cabo actuación judicial alguna como la presente”.
“Iniciado el procedimiento y desarrollada la investigación durante varios años, no se encuentra documento alguno de fecha posterior que sostenga las conclusiones incriminatorias del procesamiento, lo cual, ya de por sí, habla de la dificultad probatoria de sostener que el periódico Egunkaria a lo largo de los diez años de publicación habria sido un artificio legal para lograr el cumplimiento de los fines de una banda terrorista como ETA y que, sin embargo, no se haya encontrado documento alguno que lo refleje o se describa una línea editorial que lo atestigüe”.
“A lo sumo, puede decirse que se ocupan documentos a miembros de ETA en los que se deduce interés del grupo armado en el periódico, lo cual es lógico, pues ETA en los últimos tiempos se ha centrado en causas socio-políticas para captar adeptos o como reza al auto para aumentar la “población de referencia”; pero una cosa es que, en los albores del periódico, la banda esté interesada e informada de la gestación del periódico, lo cual era un hecho público y notorio entonces, y algo muy diferente, es que ello implique que se le pueda atribuir su creación, su impulso o su control, y menos aún a los gestores del periódico procesados en la presente causa”.
“El análisis de estos documentos pone de manifiesto que la interpretación de su contenido realizada por la G.Civil carece de solidez, y que existen otras interpretaciones más razonables pero favorables al reo, pues se deducen claramente las reticencias de los dirigentes del periódico a una propuesta supuestamente proveniente de ETA en la que ‘no se quieren pringar’, sin que esta actitud sea compatible con quien debería estar controlado por la banda terrorista”.
“La pregunta es evidente pues, si Egunkaria no es instrumento de financiación o de blanqueo de fondos provenientes del terrorismo, ni el periódico da un apoyo expreso o tácito al terrorismo de ETA, ni se fomenta ni se legitima la violencia ¿de qué le sirve o le sirvió a los fines de ETA la actividad del diario Egunkaria?”
“En el auto de procesamiento se recoge, literalmente, que se buscaría obtener subvenciones fraudulentas a través del periódico Egunkaria cuando, ETA, precisamente, interpreta que quien cobra subvenciones acaba “domesticado” por el Gobierno Vasco. En efecto, en la causa se cita el Zutabe 74 del año 1995 (medio de comunicación interno de ETA) ocupado al comando Donosti, en el que se cita a Egunkaria, entre otras instituciones a las que, el Gobierno Vasco, propone beneficiarlos con ayudas económicas (subvenciones) y, precisamente, en ese zutabe ETA critica el uso de subvenciones en Egunkaria pues ello puede servir para “domesticarlos”, es decir, que lo rechaza, cuando contradictoriamente es lo que se atribuiría a ETA”.
“En ningún momento consta que los procesados, a lo largo de los más de diez años de publicación, hayan dado cobertura o proporcionado justificación a la actuación de la banda terrorista ETA con identificación de sus métodos y objetivos”. “Por tanto, no estando acreditado que el periódico Egunkaria hubiera servido para financiar a la banda terrorista ETA o para blanquear capitales procedentes de la misma; no constando que el diario Egunkaria, y tampoco los procesados, hubieran servido a los fines de la banda terrorista ETA; no constando que los procesados hayan legitimado las acciones terroristas o hayan exculpado o minimizado el significado antidemocratico y de violación de derechos fundamentales que conlleva la actuación de dicha banda, lo cual podría haberse hecho de modo incluso implícito pero con actos concluyentes; no constando que los procesados hayan prestado alguna ayuda ni específica ni genérica dirigida a apoyar en concreto la colaboración con el terrorismo: resulta improcedente abrir el juicio oral”.
Cuestión para mañana: ¿Cómo es que se celebrará juicio sin acusación pública o particular?
¿Cómo es que se celebrará juicio sin acusación pública o particular? (10)
10 de diciembre de 2009
Desde que la fiscalía cambió de posición, no hay acusación pública en el caso Egunkaria. Y tampoco ha habido nunca acusación particular, puesto que no existe ninguna víctima directo de los supuestos delitos. Lo único que hay es acusación popular, que ejercen la Asociación de Víctimas del Terrorismo y la asociación Dignidad y Justicia. En opinión de los abogados de la defensa, la ley de enjuiciamiento criminal y la jurisprudencia registrada hasta el momento no permiten celebrar juicio cuando sólo hay acusación popular. Pero no, en este caso, habrá juicio.
En principio, el caso Egunkaria tiene similitudes, en lo que a este punto se refiere, con el procedimiento del caso Botín, la acusación contra el banquero Emilio Botín. Como en el caso Egunkaria, el fiscal del caso decidió no presentar cargos contra Botín, y tampoco había acusación particular, sólo la popular. En consecuencia, la sala de lo penal de la Audiencia Nacional archivó ese caso en diciembre de 2006, y el Tribunal Supremo ratificó esa decisión un año más tarde, argumentando que no puede haber juicio oral con el único concurso de la acusación popular.
Es esta Sala de la Penal la que juzgará el caso Egunkaria, y esto son parte de los argumentos dados en el auto del caso Botín de 20 de diciembre de 2006:
“Esto [celebrar juicio sólo con acusación popular] equivaldría a permitir que cualquier ciudadano no perjudicado u ofendido por el delito pueda, por su sola voluntad, actuar incluso en contra de los intereses del perjudicado u ofendido por el hecho ilícito y en contra del criterio del fiscal”.
“Si sólo pide la apertura una acusación popular y el Ministerio Fiscal han instado el sobreseimiento, habrá de buscarse al acusador particular pues la petición de aquélla por sí sola no puede dar lugar al dictado del auto de apertura de juicio oral”.
Pero el caso Botín se llevó mediante el procedimiento abreviado y el caso Egunkaria, es un sumario ordinario. Y se ve que para este caso no vale lo que sí vale para un procedimiento abreviado.
Cuestión para mañana: ¿Qué dicen la AVT y Dignidad y Justicia en sus escritos de acusación?
¿Qué dicen la AVT y Dignidad y Justicia en sus escritos de acusación? (11)
11 de diciembre de 2009
La fiscalía no tiene nada de qué acusar tras ocho años de infructuosa investigación. Pero la AVT y la asociación Dignidad y Justicia no han cejado en su empeño, y siguen con los mismos argumentos del principio: los papeles incautados entre 1990 y 1993 a algunos miembros de ETA y las curiosas teorías que la Guardia Civil sostiene sobre los objetivos de Egunkaria: en definitiva, que para el proyecto de ETA la promoción del euskara es fundamental y que Egunkaria es una herramienta importante para eso. Al final, los únicos que defienden las tesis de la Guardia Civil y el juez Del Olmo son DyJ y AVT.
He aquí una frase entresacada del escrito de acusación de la asociación Dignidad y Justicia:
«Tanto el periódico Egunkaria como todas las empresas que formaron parte del mismo fueron creados por ETA a principios de los años 90 y se incluyó dentro de la denominada Comisión de Proyectos Udaletxe, que ETA creó para la financiación de la banda y su entramado».
Los escritos de acusación dicen, pues: que ETA creó Egunkaria, que era una herramienta al servicio de ETA, que era una empresa integrada en su red financiera, que los responsables de Egunkaria eran de la confianza de ETA, que el director lo nombró ETA y que los cinco acusados de este sumario principal son miembros de ETA. Para los cinco, Dignidad y Justicia pide 14 años de cárcel, y lo mismo pide la AVT, salvo en el caso de Xabier Oleaga, para el que sólo piden 12 años.
Cuestión para mañana: ¿Qué alega la defensa de los acusados?
¿Qué alega la defensa de los acusados? (12)
12 de diciembre de 2009
Esta frase resume la conclusión principal del escrito de defensa presentado por los cuatro abogados de la defensa, Félix Cañada, Jose Mari Elosua, Iñigo Iruin e Ignacio Peláez: “Ni ETA, ni ninguna organizaci´ón externa ha controlado nunca Egunkaria. ETA no ha intervenido de ninguna manera, ni en la creación de Egunkaria, ni en su evolución”.
Los abogados creen que las acusaciones que sostienen DyJ y la AVT no tienen fundamento. También estiman, como el mismo fiscal, que los documentos aportados como prueba, en realidad no prueban nada.
Los abogados han examinado cada uno de esos documentos supuestamente intervenidos a miembros de ETA entre 1990 y 1993. En sus escritos, analizan el contenido de cada uno de ellos, y qué conclusiones cabe extraer de los mismos. Algunas de esas conclusiones se aplican a todos los documentos, a saber;
- Los autores de los documentos no están identificados.
- Todas las citas sobre Egunkaria están escritas desde una perspectiva externa, de alguien que no está en Egunkaria.
- los datos que se mencionan sobre Egunkarian eran del dominio público
- todos los documentos eran conocidos por la Policía y la Audiencia Nacional desde varios años antes que las operaciones contra Egunkaria.
- no consta que en las reuniones mencionadas en esos documentos, nadie tomara decisiones sobre Egunkaria
- todos los documentos son posteriores a la creación de Egunkaria
- a nadie de Egunkaria se le ha intervenido ningún documento que hable de la intervenciín de ETA
- no se intervenido ningún documento que ETA haya enviado a nadie de Egunkaria
- la única interpretación fiable es que ETA tenía interés en Egunkaria, e información sobre el proyecto.
- la interpretación que hace la Guardia Civil es errónea, y hay explicaciones más plausibles y racionales que la presentada por el instituto armado.
Los abogados también explicarán en detalle cómo nació Egunkaria. El debate y movimiento social que hubo en los años 80 en torno a la necesidad de un diario, el surgimiento de la iniciativa Egunkaria Sortzen al final de esa decada, la campaña concreta que lanzó ese grupo: quienes tomaron parte, las iniciativas recaudatorias, y, finalmente, el nacimiento de Egunkaria, con la creación de la empresa Egunkaria SA y su accionariado concreto, su consejo de adninistración y las gestiones que llevaron a la designación de una dirección para el diario; la rotativa y otras infraestructuras, las relaciones con el Gobierno Vasco y otras instituciones, ayudas recibidas…
Los abogados también describirán el papel de cada acusado en Egunkaria, cómo entró en el diario, y tras examinar los cargos presentados, pedirán la libre absolución para todos ellos.
¿Quienes juzgarán el caso? (13)
13 de diciembre de 2009
Un tribunal formado por tres magistrados juzgará a los cinco imputados en este juicio: Javier Gómez Bermúdez será quien presida el tribunal, y juanto a él estarñan Ramon Sáez Valcárcel eta Manuela Fernández Prado. Este mismo tribunal decidió, en julio de este año, que el caso no se archivaba y que se iba a celebrar juicio con el sólo concurso de la acusación popular. El juez instructor Juan del Olmo, el que ordenó el cierre e inicio todo esto, ya está fuera del caso.
Javier Gómez Bermúdez es el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Es conocido por presidir el tribunal que juzgó el 11-M, pero hay más datos interesantes en su reciente biografía judicial: es miembro de la asociación APM, de tendencia conservadora. Ha tomado parte en varios casos relacionados con el País Vasco. Por ejemplo, en los casos 18/98, de Jarrai-Haika y el juicio contra las Gestoras Pro-Amnistía ha sido el redactor de varios informes que ha emitido la Sala de lo Penal en respuesta a recursos de las defensas. En esos escritos, Gómez ha ratificado sistemáticamente las tesis de la acusación. Es también un de los impulsores de la llamada doctrina Parot, que en la práctica extiende a una cadena perpetúa la pena de los miembros de ETA, cuando lo que antes había en España era una pena efectiva máxima en la cárcel de veintitantos años.
Ramon Sáez Valcárcel pasa por ser un juez de tendencias progresistas. De 1989 a 2001 fue miembro del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a propuesta de IU. Es miembro de Jueces para la Democracia, asociación a la que también pertenece Manuela Fernández Prado.
Cuestión para mañana, y para cerrar este FAQ: ¿Qué penas han cumplido los acusados aún antes de empezar este juicio?
¿Qué penas han cumplido los acusados aún antes de empezar este juicio? ( y 14)
14 de diciembre de 2009
Si en el juicio que ha de comenzar mañana absolvieran a los imputados, o si en el subsiguiente juicio del sumario económico tampoco condenaran a nadie, el caso es que la Audiencia Nacional ya ha hecho una dura pena a Egunkaria, los encausados y los accionistas, suscriptores y lectores que tenía el periódico.
Detenciones. La Guardia Civil detuvo a 19 personas. Diez en la mañana del 20 de febrero de 2033, cuando se cerró el periódico, y nueve en la operación subsiguiente de 16 de octubre de 2003. Todos estuvieron incomunicados, a manos de la Guardia Civil, hasta que los llevaron a declarar ante el juez al cabo de unos días.
Torturas. De los 10 detenidos en febrero de 2003, siete denunciaron malos tratos: aplicar una bolsa de plástico en la cabeza causando ahogo momentáneo, poner una pistola en la cabeza simulando el disparo, flexiones hasta desfallecer, golpes en los testículos, insultos de carácter sexual… Cinco de estas personas presentaron denuncia por torturas, y en los cinco casos se ha archivado la denuncia.
Encarcelamiento. Seis personas han conocido la cárcel en este proceso. Iñaki Uria pasó 17 meses y medio en la cárcel de Aranjuez. Xabier Alegria pasó 21 meses y medio en Soto del Real, y ahora está en la cárcel por su condena en el caso 18/98 pese a haber quedado fuera de este caso Egunkaria. Xabier Oleaga cumplió ocho meses y medio en Navalcarnero, Pello Zubiria casi un mes en Soto del Real, y también en la misma cárcel estuvieron tres semanas presos Joan Mari Torrealdai y Txema Auzmendi.
Fianzas. Siete encausados, y otros ocho imputados tuvieron que depositar fuertes fianzas para que la Audiencia Nacional los dejará en libertad bajo fianza. Iñaki Uria 450.000 euros; Xabier Alegria 50.000; Oleaga y Otamendi 18.000; 12.000 euros cada Inma Gomila, Pello Zubiria, Joan Mari Torrealdai, Txema Auzmendik, Fermin Lazkano, Luis Goia, Joanmari Larrarte, Joxe Mari Sors, Mikel Sorozabal, Mikel Azkune y Xabier Legarra.
En total, casi 700.000 euros. La mayor parte de los encausados deben acudir a sede policial o judicial quincenal o mensualmente, para firmar los papeles de su condicional, y tienen prohibido salir del estado español. Martin Ugalde, quien fuera presidente de honor de Egunkaria SA, tuvo bloqueadas sus cuentas bancarias, y no fueron desbloqueadas hasta que murió.
Cierre y liquidación. El único periódico en euskara fue cerrado de un día para otro. La medida fue calificada de “provisional” al inicio de la instrucción judicial. La Audiencia Nacional procedió a cerrar la empresa y a prohibir la impresión de Egunkaria al principio, luego ejecutaron la liquidación de la misma, con ayuda de un administrador judicial. Hoy en día, están liquidadas Egunkaria SA y otras empresas con las que formaba grupo: Atez Ate, Tolosaldeko Komunikabideak, Ardatz y Herri Informazioa. Cerradas para siempre, pase lo que pase en el juicio que empieza mañana.
Trabajadores. El cierre de Egunkaria dejó a 180 personas en la calle, sin trabajo, tanto de Egunkaria SA como de esas otras empresas. Pero los trabajadores se organizaron y sacaron a la calle un periódico provisional de nombre Egunero, que se publicó durante cuatro meses, desde el mismo día siguiente del cierre, hasta que surgió Berria, nuevo periódico en euskara. Los primeros accionistas de EKT, una empresa nueva constituída para sacar adelante Berria, fueron precisamente esos antiguos trabajadores de Egunkaria.
Lectors y accionistas. 15.000 compradores del diario y cerca de 50.000 lectores quedaron sin su periódico de referencia por el cierre ordenado por el juez Del Olmo. Muchos de ellos eran accionistas de la empresa. Cerca de mil accionistas aportaron capital para que Egunkaria surgiera en 1990, y otros centenares de personas se les habían sumado en el accionariado para cuando se cerró en 2003.
Capital para el nuevo periódico. Habiéndose pérdido todo el material, bienes y archivos del anterior periódico, el hueco dejado por Egunkaria fue llenado por la iniciativa impulsora del nuevo diario Berria. El 21 de junio de 2003 Berria nació con un capital de 4.595.900 euros, aportados por miles de particulares y organizaciones. 24.404 acciones fueron suscritas por esos ciudadanos y organizaciones.
Coste económico del caso judicial. Los imputados creen que el proceso judicial, incluído el juicio, les va a suponer un gasto de unos 500.000 euros. De momento están haciendo frente a este gasto ingente con múltiples aportaciones de los comités de apoyo.